Carta para pedir matrimonio

Querido, Camilo.

Dicen que el amor sobrepasa los más grandes obstáculos con tal de llegar a su destino. Yo no tengo dudas de que mi destino eres tú. Y cada día siento mayor certeza de que puedo superar cualquier obstáculo que me coloque la vida, si es tu mano la que me sostiene durante el camino.

El tiempo me ha enseñado de la forma más bonita, que eres todo lo que necesito para seguir adelante y superar cada una de las pruebas que Dios coloca frente a mí. Eres la fuerza que necesito para volver a levantarme después de cada caída, eres el único hombro en el que quiero llorar después de mis derrotas, y el único abrazo que quiero recibir luego de cada triunfo.

El tiempo, además, me ha demostrado que Dios no envía batallas sin darnos antes las herramientas para salir victoriosos. Y tú eres eso, eres el apoyo, la fuerza, y el amor que necesito. Porque si de algo estoy seguro, es que fuiste enviada a mi vida por Dios.

Sé que mi destino eres tú, porque eres la luz que más ilumina mi sendero, y sin dudas eres la única meta que quiero alcanzar. Por eso sé que quiero pasar el resto de mi vida junto a ti. ¿Quieres casarte conmigo?

Con todo mi amor, Valentina

28 de agosto de 2022

De: (Nombre del remitente).

Para: (Nombre del destinatario).

En todos los sentidos, nuestra relación ha sido fílmica y épica. La historia que hemos vivido es tan gigantesca como la vida misma, tan basta como las estrellas del firmamento y tan hermosa como los momentos que hemos experimentado.

Han pasado 2 años desde que dijiste que sí cuando te pregunté si querías ser mi novia, pero ahora, quiero preguntarte algo que podría ser el inicio de una nueva aventura. El día de hoy te envío esta carta, apelando a las tradiciones antiguas, deseo establecer un antes y un después.

Deseo que escribamos juntos el próximo capítulo de nuestra historia. Desde ahora, tú, y yo, seremos los protagonistas de una leyenda. (Nombre del destinatario), acompaño este manifiesto con las fotos de nuestros mejores momentos, obsérvalos y se testigo una vez más de nuestra felicidad.

Quiero amarte por el resto de nuestros días, y que mis ojos vean en cada momento la perfección de tu existencia. (Nombre del destinatario) ¡Cásate conmigo!

Atentamente,

(Nombre del remitente).

28 de agosto de 2022

De: (Nombre del remitente).

Para: (Nombre del destinatario).

Lo que define nuestra relación es el factor sorpresa, y el día de hoy, te voy a dar la sorpresa de tu vida. Enviar cartas es algo arcaico, pero tiene una mística que no puede ser cuestionada. Quiero que te tomes un momento y recuerdes todos nuestros momentos, ahora, quiero que pienses que así será nuestra eternidad.

Cada palabra de esta carta está escrita con todo mi amor. Las frases cargan el sentimiento más profundo de mi ser, y toda mi esencia. Amor, este puede ser el momento definitivo para ambos, porque es el comienzo de una nueva etapa.

Veo al futuro, y lo único que observo es a ti, junto a mí, y un bebé en nuestros brazos. Tenemos tiempo, esa es la belleza de la vida, compartir cada etapa con tu ser amado, y yo, te elijo a ti. Desde ahora, y para siempre, quiero caminar junto a ti en este mundo.

(Nombre del destinatario), te amo, y por siempre quiero estar contigo. Amor, mío, ¡Cásate conmigo!

Atentamente,

(Nombre del remitente).

28 de agosto de 2022

De: (Nombre del remitente).

Para: (Nombre del destinatario).

Cariño, el compromiso, no debe ser visto como algo negativo, una y otra vez, la historia nos ha mostrado que solo los cobardes huyen ante la idea de sentar cabeza en sus vidas. Ambos hemos vivido experiencias que nos hicieron crecer como personas, y de alguna manera, definieron nuestra relación.

Decidir pasar el resto de la vida con alguien es una de las decisiones más importantes de la vida. Llevamos 10 años de ininterrumpida felicidad, y quiero seguir cultivando momentos unidos a tu lado. Tu mano sobre la mía me da motivación para seguir en la lucha por la felicidad.

(Nombre del destinatario), quiero que seas mía por siempre, te amo, y solo estás tú en mi vida. Bebé, ¡Cásate conmigo!

Atentamente,

(Nombre del remitente).

28 de agosto de 2022

De: (Nombre del remitente).

Para: (Nombre del destinatario).

Amor mío, cada momento junto a ti me llena de felicidad, ¡Tú eres mi felicidad! Nuestros corazones laten al mismo tiempo cada vez que nos unimos en un solo ser, compitiendo incluso la misma alma en cada momento de placer. Y por eso quiero vivir cada día de mi vida esos momentos junto a ti.

Eres el hombre más maravilloso del mundo, quiero ser la privilegiada de compartir cada momento de tu vida a tu lado. Nunca olvidaré cada etapa de nuestra relación, los momentos buenos y malos, porque son esas vivencias que nos marcan de por vida.

(Nombre del destinatario), ¡Cásate conmigo! Tuya por siempre seré y a tu lado estaré, desde este día hasta el último de mis días. Sigamos juntos, y siendo un solo corazón. Te amo.

Atentamente,

(Nombre del remitente).

28 de agosto de 2022

De: (Nombre del remitente).

Para: (Nombre del destinatario).

Cuando te conocí, llevabas un bebé en brazos, ahora, ese niño ha crecido y me llama papá. Verlo crecer es una de las etapas más hermosas de mi vida, en estos 3 años, no solo nuestro amor se ha hecho grande. Amor, la vida está llena de momentos felices, y tú y (Nombre del hijo) han sido la mayor sorpresa de mi vida.

Estoy muy seguro de muchas cosas, y una de ellas que deseo compartir cada momento de mi vida junto a ambos. Una de los momentos de mayor dicha de mis días, es cuando el pequeño (Nombre del hijo) me dice papá y deseo seguir escuchándolo por siempre.

(Nombre del destinatario), ¡Cásate conmigo! Quiero que sigamos criando juntos a esta bendición que significa todo para nosotros.

Atentamente,

 (Nombre del remitente).

Amada Andreina.

Cada vez que leo un libro impresionante no puedo esperar a verte llegar para contártelo. Es increíble cómo alguien en el otro lado del mundo puede conmovernos sin siquiera conocernos. Esa es la magia de las palabras, nos permiten darles forma a los sentimientos y compartirlos a nuestros seres especiales.

Es lo que trato de hacer hoy, decirte cuán importante eres para mí. Desde que te conocí te leo en cada frase de amor y nos veo en cualquier película romántica. Muchos se equivocan al decir que el romance no se consigue, a mí me parece que nuestra relación está viva gracias a esa llama.

Espero no se apague en un futuro y tenerte siempre cerca dándome tu aliento en los momentos duros. Eres mi complemento, cada día agradezco al cielo por haberte conocido, aunque no siempre te lo diga. Por ello, te escribí unos versos que espero te recuerden cuánto te quiero:

Si las promesas habladas se las lleva el aire,

Y los papeles se terminan quemando en el olvido,

¿Por qué no? Amada mía,

Me dejas ser tu pareja de baile,

La noche de tu casamiento,

Por eso quisiera preguntarte,

Si tú quieres también cansarte conmigo.

Con mucho amor, de tu querido Alberto.

Lisa, el amor de mi vida.

Recuerdo la tarde en que te conocí, fue el 17 de julio del año 2010, en el cumpleaños de mi hermano mayor. Estabas alejada de la multitud por no conocer a nadie en el lugar, sola en un columpio cómo en una bella fotografía. En ese momento no sabía cuán importante serías para mí en el futuro.

Desde ese día han pasado más de 10 años de compromiso contigo, cada uno mejor al anterior. Sin embargo, siento que el tiempo de ser novios se nos está agotando. Esa linda etapa de la juventud va tocando a su fin y es necesario para mí darle un cambio a la relación.

Este no es el fin de lo nuestro, simplemente es una petición de que me acompañes en mi madurez y más adelante cuando seamos dos ancianos. Este largo periodo de tiempo me ha servido de aprendizaje en muchos aspectos, por ejemplo, he comprendido lo necesario que me es estar a tu lado.

Me niego seguir contigo de este modo, quiero gritarles a todos que eres mi compañera de vida por siempre. Por eso cariño, me gustaría saber si tú también ¿Quieres casarte conmigo?

No puedo esperar tu respuesta, me despido con un abrazo, tu compañero Johan.

Cáterin, cariño.

Te escribo unas líneas solo para recordarte cuan valioso es tenerte a mi lado. Antes de conocerte no sabía bien de que se trataba una relación. Había pasado por algunas y en cada una de ellas fui perdiendo la ilusión del significado de amar a alguien.

Hoy me doy cuenta de que en realidad no había encontrado a la persona adecuada. Esa mujer que hace de mi casa un refugio a todas las adversidades del mundo. Mi amiga y a la misma vez mi confidente. Nos conocemos tanto como para recordar quienes somos por si en algún momento perdemos la memoria.

Gracias por enseñarme de nuevo el significado de la palabra amor, por bailar conmigo, cocinarme y sentarte a hablar cada tarde junto a un café. No cambiaría nada de lo ocurrido hasta ahora, nos queda mucho aún por conocer juntos, ya lo verás. El tiempo no va a modificar cuánto siento por ti.

Por esa razón, estoy seguro de lo que te pediré a continuación. Estas palabras solo se las diré a una persona y esa eres tú. ¿Me harías el hombre más feliz al casarte conmigo?

Con mucho cariño, Julián.

Camilo, mi querida pareja.

¿Recuerdas la primera vez que tropezamos en el camino? Es extraño pensar en cuanto tiempo llevan nuestras vidas entrelazadas sin darnos cuenta. Vivías tan cerca de mi casa, eras amigo de mis amigas y, aun así, tanto tiempo pasó antes de sentarnos a hablar a solas. Ya te lo he dicho bastante, pero es importante para mí recordártelo, conecté contigo de inmediato.

Hoy ya hace mucho de eso, sin embargo, esa conexión se mantiene intacta, solo de estar contigo ya me siento bien sin necesitar más nada. Por eso, hemos resistido tantos malos augurios de gente mal intencionada, algunas discusiones y problemas que ya he logrado olvidar.

En todas las relaciones, siempre vendrán momentos difíciles. Lo crucial es saber elegir a la persona correcta con quién luchar para solucionar esos inconvenientes. Me has demostrado tu iniciativa, cuando eso pasa tú estás dispuesto a poner de tu parte con tal de no separarnos.

Esto me lleva a tomar una decisión. Quiero que seas tú siempre quien me cuide, me haga feliz y me ayude a salir adelante en tus proyectos. Te has convertido en una parte clave de mi ser, ahora ya no soy la misma si no estoy junto a ti. Por eso no quiero dejar pasar el tiempo más, te pido una simple cosa, ¿Te casarías conmigo?

De parte de tu amada María

Lorena, mi señora.

Es un hábito bien visto de parte de un enamorado elaborar cartas destinadas a su amante. Tal vez tú y yo ya no estamos en los años más jóvenes, pero eso no me hace estar menos enamorado de ti. Por eso te escribo, quiero recordarte en un par de versos algunos momentos increíbles pasados junto a ti.

Éramos tan jóvenes al conocernos, apenas estamos entrando a la universidad donde coincidimos. Recuerdo hablar contigo todas las tardes para saber cómo iban tus estudios, tú también preguntabas por los míos. Me costó mucho valor, pero al final decidí invitarte a bailar y fue una de las mejores noches de mi vida.

Otra más especial aún fue cuando me dijiste que sí. Podría recordarte cuál era nuestra comida, cómo estabas vestida e incluso la música del restaurante. Así de importante fue para mí esa decisión.

Gracias a eso pudimos traer al mundo a dos hermosos hijos quienes crecen sanos y felices a tu lado. Ustedes tres se convirtieron en mi lugar favorito en el mundo, no quisiera ir a otro sitio si estamos juntos. Son ese hogar que siempre busqué tener y por el cual doy gracias cada día al despertar.

Quisiera buscar alguna manera de asegurarme de conservarlos conmigo siempre, pero no hay cosa de ese tipo. En cambio, solo te puedo dar mi promesa de hacerlo todo por continuar contigo. Y por eso, me pregunto si tú también me prometerías lo mismo. Dime ¿Quieres ser la madre de mis hijos y mi esposa?

Con un cariño inmenso, Diego.